Dating online sin prejuicios (y con muchas ganas)

Antes, salir con alguien que conociste online era medio tabú. Te miraban raro, como si fuera desesperado o peligroso. Hoy, es lo más normal del mundo. Y no solo normal: es práctico, directo y hasta divertido.

Yo, por ejemplo, conocí a Ramiro en una app. Perfil prolijo, mirada pícara y cero chamuyo. Chateamos un par de días, hicimos videollamada (hay que chequear que sea real, chicas, no se cuelguen con eso) y quedamos para tomar algo en un bar de Palermo.

La cita empezó como cualquier otra: birras, charla, risas. Pero hubo algo más. Esa complicidad que aparece cuando ambos saben que están ahí para disfrutar, sin expectativas raras, sin disfrazarse de lo que no son.

Terminamos en mi depto, pedimos empanadas a las 3AM y vimos Los Simuladores en la cama. A las semanas, se volvió algo más estable. ¿Casual y terminó en romance? Sí. ¿Planificado? Ni ahí. Pero esas son las mejores historias, ¿no?

No es que ahora no nos importe el amor… es que no nos da miedo jugar antes

Muchas veces me preguntan si esto de tener citas casuales implica que no quiero una relación seria. ¡Nada que ver! Quiero una relación si pinta. Si hay química, respeto y onda. Pero ya no necesito pasar por tres novios "en serio" para entender lo que me gusta.

Cada experiencia me acerca más a lo que quiero. Y a veces, lo que quiero es una noche buena, con un match simpático, risas y sin excusas para escapar a la mañana siguiente.